Cristo Ayuda a la Gente
1. Lea los capítulos 5 y 6 de Juan.
2. Lea esta lección y conteste las preguntas del Examen 4.Ya hemos visto que el Hijo de Dios vino al mundo para hacer toda la
voluntad de Dios. Dios ama a tudos los hombres, así también Cristo
desea ayudar a todos. En esta lección, El ayuda a un hombre que estuvo
enfermo por 38 años y después alimenta a 5,000 hombres.
UN HOMBRE ENFERMO POR 38 AÑOS, capítulo 5.
Muchas personas enfermas estaban junto al estanque esperando el
movimiento del agua. Había uno que estuvo esperando largo tiempo
pero no tenía quien le ayudase. Pero el Hijo de Dios le dió fuerza para
tomar su lecho y caminar.
Esto fue motivo de gran gozo para él, pero los judíos estaban
sumamente molestos porque el Señor sanó a este hombre un sábado. Es
bueno por cierto descansar el primer día de la semana, pero el Hijo de
Dios estaba pronto para hacer el bien en cualquier momento. Jesús dijo
que El hacía lo que vió hacer al Padre (v. 19). El Padre ama al Hijo y le dió
potestad de dar vida a los muertos y de juzgar a todos los hombres.
Juan dió testimonio de Cristo (v. 33). Sus obras daban testimonio que El
era el Hijo de Dios (v. 36), y el mismo Padre dió testimonio de El (v. 37).
Aun más, las Sagradas Escrituras dan testimonio de Cristo (vs. 38, 39).
Los que no creen en Cristo, el Hijo de Dios, no pueden ser salvos.
CRISTO ALIMENTA A 5,000 HOMBRES, capítulo 6.
Cuando la gente estaba sin alimento, Jesús, el Hijo de Dios, tomó cinco
panes de cebada y dos pececillos y los multiplicó habiendo abundancia
para todos. Por esta gran señal, la gente conoció que Jesús era profeta y
ellos querían hacerle rey. Muchos hoy estarían dispuestos a seguir a
Cristo si les diera bendiciones materiales. Pero El no recibe a los que
vienen a El con hipocresía.
Después, Cristo anduvo sobre el agua (v. 19). Nadie podía hacer seme-
jantes señales si no fuera de Dios. De manera que debemos escuchar las
palabras que El le habla al pueblo. Sólo el Hijo de Dios nos puede dar la
vida eterna (vs. 35, 47). Algunos judíos deseaban el pan de vida (v. 34),
pero cuando Jesús les habló ciertas palabras que ellos consideraban
duras, se fueron (vs. 60,66). El Señor les preguntó a Sus discípulos si
ellos también querían irse. Pero Pedro respondió: "Señor, ¿a quién
iremos? Tú tienes palabras de vida eterna". "Tú eres el Cristo, el Hijo
del Dios viviente". Aun cuando algunas de las palabras del Señor no
pueden ser comprendidas de inmediato, crea usted en El y tendrá vida
eterna.6