Los Discípulos de Cristo
1. Lea Juan capítulo 1, versículo 19 al capítulo 2, versículo 25.
2. Lea esta lección.
3. Conteste las preguntas del Examen 2.En la primera lección hemos visto que Cristo Jesús es el Hijo de Dios. Es
también el Verbo de Dios y la luz. Por recibirlo y creer en El, usted puede
ser hecho hijo de Dios.
JUAN LES HABLA A LOS HOMBRES ACERCA DE CRISTO, capítulo
1, versículos 19-34.
Algunos hombres vinieron desde la gran ciudad de Jerusalem para
preguntarle a Juan si él era el Cristo. Su contestación fue: "No, yo soy la
voz" (v. 23). El les dijo que había venido tan sólo para anunciar a Cristo
a los hombres. Al siguiente día, Juan vió a Jesús y dijo: "He aquí el Cor-
dero de Dios que quita el pecado del mundo" (v. 29). Para quitar el
pecado, Cristo tuvo que morir como un cordero. El dió Su vida a fin de
que nosotros no tuviésemos que morir por nuestros pecados. Es por eso
que Juan le llama el Cordero de Dios. El sabía también que Jesús era el
Hijo de Dios (v. 34).
LOS PRIMEROS DISCIPULOS DE CRISTO, capítulo 1, versículos
35-51.
Cuando Juan les dijo que Jesús podía quitar los pecados, algunos hom-
bres deseaban seguirle. Jesús los recibió con gozo (v. 39). Uno de éstos
fue Andrés. Este trajo Simón Pedro a Jesús.
El siguiente día, Cristo vio a Felipe y le dijo: "Sígueme". Felipe invitó a
Natanael a venir y ver a Cristo. Natanael reconoció que Jesús era el Hijo
de Dios y Rey de Israel. Todos estos hombres oyeron la voz de Cristo y le
siguieron.
LA PRIMERA SEÑAL, capítulo 2.
En la ciudad de Caná de Galilea, Jesús, Su madre María y Sus
discípulos fueron invitados a unas bodas. Jesús tomó el agua y la cambió
en vino. María no podiá hacer esto, pero dijo a los que servían que
hicieran todo lo que el Señor les dijera (v. 5). Jesús hizo esta señal a fin
de que Sus discípulos supieran que El era el Hijo de Dios. Más adelante
hizo muchas otras señales.
Luego el Señor fué al templo y echó a todos los hombres que se
dedicaban a negociar dentro del templo de Dios. Les dijo que El habría
de dar Su vida y luego resucitaría. Muchos hombres decían que creían
en Cristo (v. 23), pero El conoce el corazón de cada uno. Si ver-
daderamente usted recibe a Cristo como el Hijo de Dios y el Cordero de
Dios, El también le recibirá, haciéndole hijo de Dios.4