Enseñanza para el Pueblo

   1. Lea el capítulo cuatro de San Marcos.
   2. Lea esta lección y haga el exámen número tres.

   Hemos visto que Cristo, el Siervo de Dios, sanó a los enfermos.   Pero el
hombre necesita más que un cuerpo sano: necesita conocer a Dios y tam-
bién saber qué es lo que Dios quiere del hombre.   Por eso, en este
capítulo, el Señor nos da mucha enseñanza.

   Mucha gente estaba junto al lago cuando Jesús les enseñó la historia
del sembrador (vs. 1-9).   Más tarde la explicó a sus discípulos.

   Parte de la semilla cayó junto al camino y la comieron las aves.   Eso
pasa cuando los hombres oyen el evangelio sin comprenderlo.   Satanás
arrebata la buena semilla.   Satanás odia a Dios y a los hombres.   El quiere
evitar que la semilla de la palabra de Dios llegue al corazón humano.

   Otra parte cayó entre las piedras donde no había mucha tierra.   Nació
pronto pero cuando salió el sol, se quemó.   Hay personas que oyen el
evangelio con gusto, pero cuando viene una prueba vuelven a su vida de
antes.

   Otra parte cayó entre espinas.   Las espinas crecieron y ahogaron la
buena semilla de modo que no dió fruto.   Esto pasa cuando los hombres
oyen el evangelio pero las preocupaciones mundanas impiden que haya
fruto.   El amor a las riquezas también evita el crecimiento de la semilla.

   Pero parte de la semilla cayó en tierra fértil y dió mucho fruto.   Cuando
usted oye la palabra de Dios, pídale a Dios que llene su corazón.
Entonces dará mucho fruto.   Esto es agradable a Dios.

   Después de más enseñanza, luego subieron a un barco para pasar al
otro lado del lago (vs. 35-41).   Se levantó el viento muy fuerte y las olas se
metían en el barco.   Cristo no sentía temor.   Sabía que Dios le cuidaba, así
que tenía paz.   Los discípulos sí tenían miedo y lo despertaron.   Cristo,
como Hijo de Dios, reprendió al viento y calmó el mar.

   En los problemas de la vida sólo Cristo puede darnos paz.   ¿Por qué no
acudir a él hoy?   Cristo les ama a los que le buscan en verdad y
sinceridad.   Perdonará sus pecados y le dará paz.

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