Algunos aborrecen al Siervo de Dios

   1. Lea los capítulos dos y tres de San Marcos.
   2. Lea esta lección y haga el exámen número dos.

   En el capítulo dos, el gran Siervo de Dios sana a otro enfermo.   Pero lo
que más necesitaba este hombre era el perdón.   Por eso leemos en el
versículo 5: "Tus pecados te son perdonados."   Los judíos sabían que
sólo Dios puede perdonar el pecado pero ignoraban que Jesús, como Hi-
jo de Dios que es, tiene autoridad para perdonar pecados.   De modo que
pensaron mal de Cristo (v. 7).

   El Señor respondió a sus críticas sanando al enfermo y enviándolo a su
casa cargando su colchoneta.   Unos se maravillaron pero otros seguían
disgustados.   Criticaron a Cristo por comer con pecadores (v. 16) y por-
que no obligaba a sus discípulos a ayunar (v. 18).

   Un día de reposo, Jesús y sus discípulos pasaban por un sembradío.
Tenían hambre, asi que los discípulos comenzaron a arrancar espigas de
trigo para comerlas.   Los fariseos, líderes judíos, pensaban que era
pecado hacer cualquier trabajo en día sábado pero el Señor les dijo que él
era Señor aún del día de reposo.   (v. 28).   Es bueno descansar un día a la
semana, pero Dios no perdonará nuestros pecados si empezamos a
guardar su ley.   Dios nos ama y nos perdonará, pero solo si creemos que
Cristo murió por nuestros pecados.

   En el capítulo tres hay otro enfermo, un hombre que no podía usar su
mano.   Los judíos espiaban a Jesús para ver si le sanaría en diá de reposo.
Les preguntó: ¿Se permite hacer el bien en día de reposo?   No quisieron
contestar y Cristo les miró con enojo y con tristeza porque no querían
creer.   Sin embargo, mucha gente del pueblo le seguía para escucharle y
muchos creían en él.

   Hoy también hay muchos que hablan mal de Jesús.   Pero él es el Siervo
perfecto de Dios que siempre cumple la voluntad de su Padre.   Los que
aman a Dios deben acercarse a él por medio de Cristo.   No hay otro
camino, nunca lo ha habido y nunca lo habrá.

   En versículos 31-35 vemos que la madre y hermanos de Cristo se le
acercan.   Cristo dijo que todos los que hacen la voluntad de Dios son sus
hermanos y su madre.   Necesitamos la ayuda de Cristo para acercarnos a
Dios pero no necesitamos la ayuda de nadie para acercarnos a Cristo.

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